Monta-plex es una marca muy conocida en España es raro que alguien no disfrutara de aquellos sobres que se vendían en los quioscos. Monta-plex se dedico sobre todo a los soldaditos, aunque tiene una gama de productos como para tener una web, nosotros nos vamos a centrar en el Monta-man, uno de sus últimos productos, que según nos cuentan, la empresa dejo de existir como tal a mediados de los 90.
Monta-man llego a los quioscos a mediado de los 80 y fue una competencia para las demás figuras de acción, el porque es bien sencillo, era de un precio bajo unas 25 pesetas cuando los demás valían mas de 100 pesetas. También hay que tener en cuenta que su fabricación resultaba mucho más fácil, el muñeco y sus complementos venían directamente del molde desmontados, dentro del sobre, una vez abierto el mismo tenias que separar las piezas de la matriz, e ir uniéndolas hasta formar la figura, completos y vehículos.
La figura en si no tenia mucho detalle, la cara depende de la tirada tenia más o menos definida la cara, siempre del mismo color. El cuerpo se presentaba en un principio solo en rojo, verde y azul, aunque mas adelante si se incorporaron mas colores, como el amarillo, blanco. Las articulaciones aunque justas hacían bien su función, eso si el muñeco rara vez se sostenía en pie, para esos menesteres en algunos de los sobres incorporaba una peana que se ajustaba a un agujero en los pies del maniquí, estos agujeros también se usaban para ponerle los esquís.
Posterior en el tiempo vi que sacaron un maniquí igual pero algo más pequeño, supongo que los vehículos no quedaran tan pequeños con este maniquí.
Los sobres de monta-man, se numeraban y cada cierto tiempo salía un modelo nuevo que se podía comprar en quioscos. En una segunda etapa los sobres tienen un borde rojo, estos sobres traen en su interior una pegatina, representando la ilustración de uno de los sobres, estas estampas adhesivas servían para completar un álbum.

En resumidas cuentas, era un gran juguete, aunque algunas piezas eran excesivamente pequeñas para el muñeco, pero eso no impedía que tuviera gran éxito.

A título particular recuerdo, que ya en los números mas altos que yo compre la decepción era mucha, al comprobar que la gran ilustración del sobre, no tenia nada que ver con lo que traía en su interior, como ejemplo pongo el de un sobre que traía la ilustración de un helicóptero, no me refiero al sobre nº 14 que era la replica al helicóptero Madelman, me refiero a otro posterior el nº43, al abrirlo resulta que aparte del maniquí el helicóptero era diminuto.

Para terminar este análisis me quedo con lo mejor de estas figuras, su versatilidad y precio, grandes batallas se vieron protagonizadas por estos.

lunes, 19 de abril de 2010

Monta-Man visto por retroyonkis

Montaman

Después de más de una semana sin escribir por unos problemillas con la justicia, aquí regreso de nuevo, recién salido del talego, con más ganas que nunca.

Hoy os voy a hablar de aquel set de figurillas que venían acompañadas de algunos accesorios que tenías que montar tú mismo. Figurillas que había borrado totalmente de mi mente, valga la redundancia, hasta que un colega de celda llamado el tranca me refrescó la memoria. Os hablo de los increíbles sobres sorpresa de Montaman

A los que no os suene ese nombre os digo 2 cosas: Una es que no habéis tenido infancia y dos, que eran una sub-colección de figurillas articuladas de Montaplex, sistema mucho más amplio y que fabricaba hasta cocinitas para niñas. ¿Sigue sin sonaros? Montaplex también era la responsable de la fabricación de los indios esos de plástico con peana de toda la vida.

Seamos claros desde el principio. Los Montaman eran un truño de los gordos, pero por lo que valían qué esperabas ¿Un Madelman?

Venían en un sobre de papel ilustrado con dibujos aberrantes y se podían comprar en ese quiosco que había en cualquier barrio, regentado por una vieja loca con un rojete-verruga del tamaño de un puño. A la vez que te comprabas un polo flash y por sólo 10 pesetas más, podías adquirir uno de estos ridículos sobres.

Si el sobre era ya de por sí grotesco, lo que había dentro no era mucho mejor. Un muñeco articulado de plástico probablemente cancerígeno, con la cabeza rosa, el cuerpo de color sorpresa y con la cara menos expresiva que la del mismísimo Chuck Norris.

Además se acompañaba de una especie de set de accesorios pegados entre sí, y que tenías que separar y montar tú mismo. El muñeco era siempre el mismo, lo único que variaba de un sobre a otro eran los dibujos y los accesorios. Por ejemplo, un casco y una manquera para el Montaman bombero, armas para el Montaman soldado, una gorra para el Montaman gorrilla

Con los Montaman, la diversión desaparecía justo en el instante en el que terminabas de montarlo y apreciabas la fealdad en todo su esplendor. Daba miedo. En mi caso, normalmente cuando terminaba de montarlos, los calentaba con un mechero hasta derretirlos, formando un mancha multicolor putrefacta, creando así un nuevo Montaman mutante y haciendo de paso un favor al universo.

Para que veáis con lo que nos obligaban a divertirnos cuando no había internet, pleiesteichons y encima sólo teníamos un canal de televisión.

Más fotos pinchando en leer el resto de la entrada.

Montaman

Sobre de Montaman

Sobre de Montaman